Después de un periodo largo de estudio, en el que los niños se esfuerzan al máximo por obtener buenas calificaciones y realizar sus trabajos escolares, se hacen necesarias unas justas y entretenidas vacaciones.

Para ello, es necesario organizar detalles que permitan que a través del juego, logren reforzar lo aprendido en la etapa escolar, sin que olviden lo asimilado, sobre todo en el caso de los niños más pequeños.

Jugar en vacaciones

Hay que aprovechar que el juego es parte de su mundo, por lo tanto constituye una de las fuentes más significativas de aprendizaje del niño. Cuando aplican los juegos, desarrollan su inteligencia, creatividad ampliando sus horizontes culturales y sociales.

Es ideal fomentar el desarrollo de las diferentes habilidades que tiene el niño, a través de prácticas guiadas, mientras los padres se encuentran trabajando. Se debe tratar que el niño no perciba estas actividades como tareas, de lo contrario pueden evitar hacerlas.

Todo en su justo medio, observar si al niño le agrada realizar las actividades sin obligaciones, hay que recordar que están de vacaciones, debemos respetar su tiempo y espacio para descansar oportunamente, sin imponerles nada, hay que apostar por las acciones que a ellos les gusta hacer y no lo que le agrada solo a los padres. Enseñar a los chicos a planificar sus propias actividades.

Actividades para jugar

En solitario:

Se puede sugerir a los niños actividades que liberen su alma investigadora, como practicar a ser periodistas, para los cual le planteamos un tema o personaje, indicándoles que averigüen y descubran sobre eso. De esta manera, pueden recortar noticias del periódico, investigar en la biblioteca, etc. Además con esta actividad, se estimula la creatividad, reflexión, lenguaje, organización, integración, socialización y sobre todo, el ámbito cultural.

En grupo:

Una actividad que refuerza el lenguaje y fortalece el aprendizaje de nuevos conceptos, se puede obtener jugando con el diccionario. Es decir, reunir a los hermanos y amigos, a manera de entretenimiento, sugiriendo la búsqueda de términos desconocidos y proponer que todos escriban el significado en un papel, de manera que luego se apueste por la definición que consideren correcta. El ganador del juego sería el que más se acerque a la descripción verdadera. Con esta actividad se fomenta también la familiaridad con los libros y enciclopedias, para que no le resulten aburridos cuando tengan que hacer una tarea.

En familia:

Son ideales los paseos, excursiones, visitas a los museos o simplemente ir a la piscina. Siempre es grato compartir momentos especiales con la familia. Se puede jugar sugiriendo una palabra, mientras que los demás preguntan de qué género se trata ¿animal, vegetal o mineral?, hasta que alguien del grupo acierte. Con ello, favorecemos el desarrollo de la lógica, ampliando los conocimientos generales.

Actividades para estimular la lectura y escritura

Se puede jugar a escribir cuentos, contando lo que le sucedió de manera escrita o haciendo la lista del supermercado. Se promueve la lectura y escritura y los cálculos. Es así que también pueden sumar los números de placas de vehículos o las pequeñas cuentas que se hacen al realizar una compra. Lo curioso de estos juegos es que el niño ejercita su mente, compartiendo con familiares y amigos, sin pensar que está trabajando de manera especial.