Al comprar juguetes educativos hay que saber que se dividen en tres categorías diferentes:

- Los juguetes educativos creativos: favorecen la capacidad de expresión del niño por medio de diferentes técnicas: dibujando con lápices, ceras, tizas y rotuladore; recortando con tijeras de punta redondeada y papeles de diversos colores y tamaños); pintando con brochas, acuarelas y “lienzos”; montando y creando estructuras con juguetes desmontables, …etc

Puzzle

Los rompecabezas además de mejorar la motricidad ojo-mano cuando el niño trata de encajar las fichas, mejoran su imaginación. Hay muchos tipos de puzzles y rompecabezas, con números, dibujos de animales, paisajes…

Los juegos de bloques o puzzles también están disponibles en diferentes colores, formas y tamaños. Normalmente, vienen con varios colores, letras, números… que los niños usan para construir diferentes estructuras, como: casas, vehículos, naves espaciales…etc

- Los juguetes educativos técnicos: imitan objetos del mundo adulto, consiguen proporcionar además de placer por la posesión, la satisfacción añadida del conocimiento en profundidad del juguete en sí mismo.

De manera instantánea, el niño tiene la necesidad de destruir, desmontar y de rehacer de nuevo el juguete, consiguiendo así que el niño pueda ejercitar sus habilidades manuales e intelectuales.

Dentro de la categoría de juguetes educativos técnicos destaca el modelismo. De hecho, la habilidad que se adquiere jugando con estos juguetes lleva después al siguiente paso: el bricolaje, el cual es de gran utilidad y llega a ser una afición en el mundo adulto.

- Los juegos educativos de mesa o sociedad: aseguran la participación de los niños y el desarrollo de diferentes capacidades intelectuales como: la estrategia, los reflejos para anticiparse, capacidad para memorizar, sentido lógico y capacidad de cálculo. Los juegos sociales de mesa entretienen y educan, además, enseñan al niño el sentido del respeto a la normas y la sensación de riesgo.

Normalmente, los niños a edades tempranas sólo pueden jugar con juegos de mesa de carreras y persecuciones. Por ejemplo, el juego de La oca o el Parchís son los más conocidos. Estos juegos pueden parecer muy sencillos a simple vista, pero sirven para inculcar importantes valores en los niños. Con el tiempo les enseñan: a competir respetando reglas y límites, saber ganar y perder, a confiar en uno mismo… etc