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Los videojuegos son sin duda uno de los productos más demandados por los niños en todo el mundo. Y es que debido a su capacidad de interactuar y sumergirlos en realidades alternas, no hay niño que se resista a los miles de juegos que se ofrecen. Sin embargo, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones antes de regalar a nuestros hijos un videojuego, pues como sabemos, estas herramientas interactivas pueden tornarse perjudiciales para los más pequeños si se abusa en las horas de uso.

Tomemos en cuenta que si bien, gracias al videojuego, el niño puede mejorar su capacidad de planificación, crear estrategias, trabajar en equipo y tomar decisiones, también puede convertirlo en una persona individualista y con conflictos morales.

Consejos al comprar videojuegos

Niños jugando a videojuegos

No por ello debemos prohibir a los pequeños el uso de los videojuegos para entretenerse, pero su uso debe ser durante un determinado período de tiempo y bajo supervisión adulta preferentemente.

Tal y como comentábamos, los videojuegos no son completamente inocuos para el niño en todos los casos. Es por ello, que comprar videojuegos sin informarse antes, es una actitud irresponsable.

Si queremos que los videojuegos sean un entretenimiento bueno y sin riesgos para los niños, es fundamental que los padres adopten una seria de medidas antes de comprarlos. Aquí unas cuantas recomendaciones de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento:

- Conocer los videojuegos
La primera medida es estar informados sobre los videojuegos que quieren los niños. Se trata de saber algunos conocimientos básicos sobre: cómo funcionan, cómo son, nivel del complejidad del juego, su contenido, qué valores transmite y las escenas que incluye.… Hay que usar el sentido común para determinar la compra de un videojuego.
Los padres tienen que saber lo que compran, cuál es el contenido, qué valores transmite, de qué tipo es y muy importante también, para qué edad es recomendable.

- Visita la página web de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento o de los fabricantes, acuda a guías de videojuegos o por último, pídale consejo al vendedor.

- Encárgate tú mismo de comprar los videojuego para tu hijo. No dejes esa tarea al niño, pues él podría elegir uno que no se ajuste a su edad.

- Evita comprar videojuegos de contenido muy violento o que fomente la competitividad en exceso. De igual manera, evita los que contribuyan a la discriminación.

- Retrasa la compra
Los niños desde bien pequeños presionarán a sus padres para que les compren videojuegos. No obstante, hay que tratar de retrasar la compra lo máximo posible, más concretamente, hasta que el niño haya desarrollado su imaginación y creatividad con otro tipo de juguetes. De este modo, nos aseguraremos que ha jugado bastante con otros juguetes simbólicos, de reglas, manipulativas…etc

- Supervisar qué videojuegos intercambia
Los padres deben controlar el tipo de videojuego sque intercambian sus hijos con los amigos. Muchas veces los niños descargan copias piratas de videojuegos inadecuadas para ellos. Los padres deben saber en cada momento a qué juegan sus hijos.
En este sentido, lo mejor es advertirle al niño que sólo podrá jugar a los videojuegos que compren o cambien siempre y cuando sean aceptados y supervisados por los padres.

- Compra los videojuegos y evita que sea el mismo niño quien los descargue en el ordenador. No compres juegos piratas, pues carecen de garantía.

- Comprobar que el videojuego es válido para nuestra consola.
Conviene asegurarse que el videojuego en cuestión es compatible con nuestra consola.

- Preferiblemente elige videojuegos para jugar varios jugadores.
Los videojuegos a menudo favorecen el individualismo y dificultan la sociabilidad del niño. Así pues, es mejor comprar el videojuego que es para varios jugadores, así podrán jugar varios amigos o hermanos. De este modo, habrá menos aislamiento del niño.

 

- Explicarles que es el código PEGI

- Ofrecer otras alternativas
Los videojuegos no deben convertirse en el principal juguete para un niño. Siempre hay que ofrecer otras posibilidades de juego y entretenimiento.

- Observar las reacciones
No todos los niños reaccionan igual frente a los videojuegos. Hay que observar cómo se comportan, pues hay actitudes que pueden ser inadecuadas o poco deseables, como por ejemplo: enfadarse al perder, pensar en jugar a todas horas, negarse a parar de jugar, mostrar una actitud violenta durante o después del juego…etc
En tal caso, sería necesario suprimir los videojuegos del tiempo lúdico del niño.

   

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