Luego de terminar el periodo postnatal, se hace necesario retomar la vida laboral y volver al trabajo, por ello requerimos de una persona de confianza que pueda continuar con el cuidado de nuestros hijos o si es el caso, elegir una guardería buena para que nuestro hijo pequeño pueda recibir sus primeras lecciones escolares.

Para este importante momento de mandar al hijo a la guardería, los padres debemos preparar a nuestros hijos anímica y emocionalmente, de las habilidades intelectuales y motoras se encargará la guardería.

Es recomendable que los padres estemos tranquilos y seamos conscientes de que nuestros hijos pueden llorar o tener pataletas, sobre todo en los primeros días que asistan a la guardería. Es algo normal. Por lo tanto, los padres no debemos mostrar ni ansiedad ni nerviosismo que puedan afectar al pequeño.

Algunas recomendaciones a la hora de mandar a los hijos a la guardería son:

-No debemos mostrar ninguna duda o debilidad porque si el niño vislumbra una mínima posibilidad de no ir a la guardería, la explotará al máximo. Cualquier tipo de pequeña concesión terminará en conflictos diarios.

-Explicarle al niño, cómo es la guardería dónde va a ir, llevándole a conocerla, para que se familiarice con las personas que lo cuidarán. Hacer pequeñas visitas de 15 a 30 minutos junto con el niño días antes, para que tome contacto con la guardería, los juegos y juguetes que allí hay

- Haremos las compras y preparativos con nuestro hijo: comprar la mochila, comprar un babero… 

-Comentarle que jugará con otros niños de su edad, que también habrán personas que le van a cuidar y realizarán actividades entretenidas, tales como cantar, pintar y escuchar cuentos. No anticiparle que no llore, ya que de esta manera, les estaremos diciendo que sucederá algo malo fuera de lo normal.

-Propocionarle pequeños nexos de unión con los padres, le diremos: “te presto mi llavero para que se lo muestres a la profesora”

-Indicarles que los padres no podemos permanecer con él cuando ingrese en la guardería. Decirle que la asistencia es un privilegio para ellos solamente. Les diremos: “¡que envidia que puedes ir a la guardería!… A mí me gustaría ir, pero tengo que trabajar”. También podemos usar la asistencia de otros niños como hermanos, familiares o amigos a modo de referencia: “Tienes que ir a la guardería como tu prima Diana”.

-Decirles que mamá o papá los dejaremos por unas horas y luego iremos a recogerlos.

- En el momento de la entrar en la guardería, seremos cariñosos con nuestro hijo, pero breves y sin demasiados excesos. Bastaría con darle un beso y decirle: “Pásatelo bien jugando con el resto de niños, yo me tengo que ir a trabajar, pero luego vengo y te recojo”. No podemos tratar que los primeros días estén contento. Un poco de angustia al separse de su padres es normal. Es importante dejarles a las profesoras la tarea de consolarle

-La confianza que nuestro hijo demuestre hacia nosotros es fundamental, por ello se debe tratar de cumplir lo que se promete para generar un clima de seguridad en el niño, solo así aprenderá a convivir con las separaciones. También podemos indicarle la hora en la que iremos a buscarlo, cumpliendo lo prometido.

-Podemos leerle cuentos acerca de niños que inician la escuela, padres que van a trabajar y luego regresan a recoger a sus hijos. Es preferible que los niños conversen de los cambios que van a suceder, para enfrentar de mejor manera los instantes de seguridad que se puedan generar.

-Procurar que las mañanas sean agradables y sin presiones. Los padres debemos tomar el desayuno juntos con el niño e ir relajados hacia la guardería, así ayudamos a que la situación no sea tan estresante.

-Debemos despedirnos de los niños aunque lloren, si no, ellos podrían asustarse y sentirse abandonados. Solo darle un beso, abrazo y recordarles que luego regresaremos a recogerlos.

-Después de ir a buscarle, deberemos pasar un tiempo con él y hablarle de la guardería solo si el niño lo propone, ya que puede resultar difícil hablar de situaciones que le pueden incomodar.

a del tipo: “no quiero que me lleves más a la guardería”. Puesto que si no le damos respuestas, dejará de decirlo.

- Estar en permanente contacto con la profesora para conocer los avances y actividades que realizan nuestros hijos.