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Como es sabido, Internet se ha convertido en una de las herramientas básicas en la vida cotidiana. Es impensable que una persona no haya hecho uso de él, incluyendo a los pequeños de la casa, que ahora con los cambios tecnológicos, se han visto influenciados a permanecer conectados a la red, participando de chats, foro, juegos en línea y hasta las tareas de la escuela.
Hay que tener en cuenta, que con Internet no debemos dejar total libertad a los niños, siempre hay que estar vigilando las páginas que visitan. De este modo, se pueden aprovechar al máximo las oportunidades que se presenta Internet contribuyendo a la educación y desarrollo de los hijos.
Sin embargo, existen peligros en la red, por lo que los padres deben educarles previamente para que los niños reconozcan cuando algo anda mal. Hay que enseñarles el uso correcto del internet.
Así como les explicamos que no deben hablar con extraños, también hay que guiarlos para que no acepten conversaciones con personas desconocidas en la red. No podemos obviar la existencia del mundo virtual, por lo tanto hay que aprender a convivir con él. El objetivo es lograr que los hijos reconozcan los peligros que puede haber en la red, para que cuando estén solos en casa de los amigos o el colegio, sepan actuar. Leer el resto de este artículo ⇒
Según los estudios realizados, se ha podido observar que en ocasiones, los juegos que realizan los niños pueden influir en la profesión que eligen cuando sean mayores, es el caso de los arquitectos que han señalado que durante su infancia solían jugar con bloques de construcción. De la misma forma, los docentes jugaron a ser maestros, lo cual marcó su decisión de dedicarse a la enseñanza. Por su parte, los escritores creaban historias fantásticas como cuentos de aventuras y enlazaban personajes con situaciones de la vida real.
Los padres pueden ayudar a los hijos a enriquecerlos con inspiraciones similares. Es posible proporcionarles nuevas sensaciones que no dependan solo de productos, sino del valor que se le otorgue al tiempo de juego. Lo esencial es explotar al máximo su capacidad de imaginación y creatividad, a través de juguetes adquiridos o simplemente con objetos que se transformen en juegos creativos. Leer el resto de este artículo ⇒
Los padres conocen la importancia de que sus hijos aprendan un nuevo idioma. El inglés es uno de los elegidos por preferencia, es así que se convierte en una necesidad para desenvolverse en el mercado laboral y en un mundo globalizado como en el que estamos inmersos. Siempre buscamos lo mejor para nuestros hijos, por ello, no queremos que ellos sufran las limitaciones y dificultades que los padres hayan tenido.
La edad ideal para iniciar en el aprendizaje del inglés es antes de los 6 años, porque su asimilación será mucho más efectiva. Los niños tienen una gran capacidad lingüística en los primeros años, por lo cual, se debe aprovechar en estimularlos.
Variados estudios en el campo de la neurociencia y psicología cognitiva, confirman lo expuesto, señalando que los mejores resultados se obtienen cuando el aprendizaje se lleva a cabo de manera simultánea y temprana.
El niño se encuentra genéticamente preparado con la capacidad de aprender los sonidos del lenguaje, la entonación y sintaxis, lo cual permite asimilar su lengua materna, aprendiendo inglés en una edad temprana. Leer el resto de este artículo ⇒
Los padres deben comprender la importancia que representan los juguetes y el juego para sus hijos. El poder que tienen es grande porque permiten que el pequeño explore, conozca y juegue con los demás niños, por lo tanto hay que evitar interferir en la actividad natural. Hay que dejar que se desarrolle de manera casual.
Los adultos pueden convertirse en una especia de “guía lúdico”, observando y aumentando sus experiencias y expectativas de juego. Si vemos que el tiempo de juego se está acabando, debemos avisar al niño con anticipación suficiente para que pueda tener espacio de poner fin a la actividad que realiza, en forma espontánea y satisfactoria. Si sabemos respetar el tiempo de juego, será posible que se encuentren más dispuestos a colaborar cuando llegue la hora de comer o dormir.
Cuando los pequeños juegan presentan dominio de sí mismos y un conocimiento de su propio potencial en relación con los demás. Aprenden a conocer valores sociales, así como las responsabilidades que deben tener, se comunican de mejor manera, toman decisiones. Cada niño es un universo particular, la forma como juega desde pequeño relacionándose con los demás, nos da un indicio de cómo se comportará en su vida adulta. Leer el resto de este artículo ⇒
Los cinco primeros años del niño representan los de mayor importancia en el desarrollo de su vida, tanto desde el puno de vista mental, como social y neurológico. Por lo general, los factores genéticos están muy relacionados con el aprendizaje y la memoria. Por ello, es esencial que los niños realicen un determinado juego desde pequeños, ya que las investigaciones indican que los cerebros de aquellos que no lo hacen, son entre un 20 a 30 % más pequeños de lo normal para su edad. Además se dice, que los juguetes estimulan un 25% más de sinapsis por neurona.
Es esencial reconocer, que estos primeros años son básicos y formativos dentro de su crecimiento, se trata de una etapa en la cual asimilan y aprenden a conocerse a sí mismos y al entorno que los rodea, así como desarrollar habilidades motrices básicas y descubrir sus capacidades y talentos. Todo ello influye en la seguridad que tengan como personas, lo cual les acompañará toda la vida.
Hay que tener en cuenta que los niños observan y aprenden de lo que ven, por lo tanto, son como pequeñas esponjas que absorben desde la infancia. Así las cosas, hay que tener cuidado con el ejemplo que se le está dando. Ellos aprenden utilizando todos los sentidos: vista, olfato, tacto, oído y gusto. Leer el resto de este artículo ⇒
Un niño bien educado es el reflejo de lo que aprendió en casa, por ello debemos poner énfasis en los primeros años de vida del menor para enseñarles ciertas normas y principios que van a regir su vida futura. Enseñar valores, hacer que comprendan a los demás, orientarles a alcanzar objetivos y metas, lograr que sean personas íntegras que se guían por un norte.
Los pequeños suelen aprender a través de tres vías: copiar modelos, seguir instrucciones y valorar las consecuencias de sus acciones. Ellos se interesan en prestar atención en las personas que admiran, imitando algunos actos que le sirven de referencia. Por lo tanto, los padres o profesores son una de las personas más cercanas para transmitirles generosidad, empatía o solidaridad hacia los demás.
Hay que recordar que cada acto, se convierte en un mensaje que emitimos y todo será captado por el niño, es así que debemos cuidar las formas, para educar a los hijos correctamente. Si sucede lo contrario, y no les hablamos de las conductas que pueden producir valores importantes, no podrá interiorizarlos. Leer el resto de este artículo ⇒
La inteligencia emocional considera conceptos básicos como la empatía, expresión, comprensión de sentimientos, amabilidad, el respeto, entre otros. Es fundamental practicar estas cualidades, que son importantes para el desarrollo de la personalidad y éxito en la vida. Debemos ayudar a nuestros hijos a que aprendan a relacionarse con los demás y los que lo rodean. No solo es trascendental el coeficiente intelectual, sino también el emocional.
El término “inteligencia emocional” fue empleado en 1990 por los psicólogos John Mayer y Peter Salovey, sin embargo, el best seller Emotional Intelligence cuyo autor es Daniel Goleman, promovió este concepto. Desde ese momento, se ha conversado bastante sobre lo que significa y cómo esto puede ayudar a conseguir la felicidad.
Existen variadas definiciones sobre el tema. Por ejemplo la psicóloga Sónia Font i Juanola, del Colegio PIVE de Tona (Barcelona), indica que es la inteligencia emocional es el conjunto de habilidades emocionales como la comprensión de sentimientos, la empatía, la expresión, la capacidad de resolver problemas de forma interpersonal, el saber controlar nuestro temperamento, la capacidad de saber adaptarse, ser cordial, ser amable y ser respetuoso. Estas cualidades son decisivas para tener éxito en la vida, bien a nivel personal como en el colegio o en el trabajo. Leer el resto de este artículo ⇒
A menudo, los padres suelen quejarse cuando los niños no los obedecen porque se comportan de una manera caprichosa, queriendo hacer lo que ellos desean. A los niños hay que guiarlos, indicándoles las consecuencias de lo que hacen, educándoles por el camino correcto.
Para ello, en principio hay que tener en cuenta cuáles son las situaciones difíciles y las reacciones que tenemos frente a ellas. Indagar a través de lecturas, libros o especialistas, cuáles son las mejores formas para educar a los hijos, ya que muchas veces se toman modelos según lo aprendido en la infancia, ya sea por el ejemplo de los padres o profesores del colegio, lo cual no implica que sea necesariamente lo acertado.
Si queremos guiar a los niños en la enseñanza de la disciplina, debemos darles las pautas necesarias para que tengan un comportamiento ideal. Hay que tener paciencia en explicarles y ser constantes en las lecciones y recomendaciones, con ello aseguramos que aprenda a cuidar de sí mismo, sabiendo lo que se debe y no debe hacer, también sabrá comportarse cuando los padres no estén presentes para corregirlo.
Generalmente, cuando el niño se porta mal, la reacción más inmediata es de enfado, con ganas de regañarle y llamarle la atención. Sin embargo, debemos tomarnos un tiempo para meditar y examinar, el por qué de su comportamiento, hay que comprender y analizar por qué el niño se comporta de una manera determinada.
Es ideal realizar las siguientes preguntas, antes de que observemos la actitud de los niños:
-¿He explicado al niño de manera clara, las normas que deseo cumplan? Hay situaciones en las que decimos que no realicen algo, pero no les indicamos lo que deben hacer. Leer el resto de este artículo ⇒
Entre la acción y la inquietud se desarrolla lo que se denomina la tercera infancia. Generalmente, a partir de los 6 años el pequeño siente atracción por los juguetes con movimiento. A esta edad, los niños ya han obtenido logros importantes en el área psicomotora, lo cual permite que desarrollen una pasión e interés por el deporte y el sentido de la competencia. Ello lo acompañará hasta su vida adulta, con juegos tan diversos como: canicas, triciclos, patines y bicicletas.
A esta edad los movimientos de los niños se tornan más precisos y seguros, controlando su propio espacio. Por tal motivo, en esta etapa los niños prefieren los juegos de construcción, experimentos y juegos de habilidad, que contribuyen al desarrollo de esta habilidad.
De todos modos, no hay que olvidar que la finalidad de todo juguete siempre será su valor lúdico. Lo principal es que los niños se diviertan y disfruten con las herramientas básicas para su edad. Siempre hay que dar prioridad a las necesidades y preferencias del niño y no a los gustos de los adultos. Por lo tanto, hay que considerar que el juguete se regala y no se impone, ya que los niños juegan por diversión y no para aprender. Leer el resto de este artículo ⇒
Crear un hábito de lectura en los niños a veces no resulta ser una tarea fácil. Ello es debido a las múltiples obligaciones de los padres y al poco tiempo que puede existir para compartir. Sin embargo, es necesario enseñar a los niños a leer siguiendo las pautas que les ayuden a tener un mejor desenvolvimiento en el aprendizaje.
Se recomienda que la lectura sea de 30 a 90 minutos diarios. Inclusive hay niños que pueden leer más del tiempo estimado. Lo importante es que sepan realizar diferentes actividades que permitan desarrollar todas sus aptitudes y talento.
Los libros ideales son aquellos que tratan de las temáticas que más les agraden a los niños. Hay que tratar de adecuar los textos a los gustos de los pequeños, de tal manera que lograremos incentivar e interesarles en la lectura, enseñándoles a descubrir diversos temas, los cuales le permitirán abarcar nuevos conocimientos. Leer el resto de este artículo ⇒