Las nuevas formas de ocio en las sociedades modernas y el avance tecnológico están favoreciendo el acercamiento entre la Tecnología y los juguetes, dando lugar así a la fabricación de juguetes tecnológicos.
 
Es innegable que la tecnología aumenta las posibilidades lúdicas de los juguetes e incrementa exponencialmente su interés entre los niños que ya está acostumbrados desde sus primeros años a utilizar toda clase de aparatos electrónicos con los que ya se hayan familiarizados.

Si bien es cierto que hasta hace algunos años la tecnología simplemente se limitaba a los sonidos o automatismos que incluían ciertos muñecos, hoy día los juguetes tecnológicos ofrecen un amplio surtido de posibilidades al permitir la conexión a Internet, dispositivos USB e incluso pequeñas pantallas en los mismos.

Las posibilidades son tan amplias que casi cualquier juguete que imaginemos es posible fabricarlo con tecnología. En el sector del juguete por ejemplo tenemos el casco de los Power Rangers que tiene un dispositivo usb que permite descargar nuevas misiones; también tenemos el Easy Link Internet Launchpad de Fisher Price que es un juguete tecnológico con el que los niños pueden jugar en dos dimensiones, una de manera real a través del producto en sí mismo, y otra virtual, por medio de la pantalla del ordenador; existe también el Posey que es un juego de construcción inteligente que representa en la pantalla lo que el jugador realiza en el plano real; otro ejemplo es la Barbie Fairytropia de Mattel o el Smart cycle de Fisher Price.

Otros incorporan las pantallas en el propio juguete como sería el Bio Bytes de Famosa o el Hot Wheels Maniac, Cube World o Pixel Chic de Mattel. También My Life de Giochi Preziosi o el Tamagochi de Bandai.

La introducción tecnología cada vez más potente y desarrollada en los juguetes de última generación permite una mayor fuente de innovación y recursos que terminan sorprendiendo cada vez más al consumidor final, sobre todo cuando dichos juguetes están destinados a jóvenes adolescentes. Del mismo modo, gracias a los juguetes tecnológicos, a veces y sólo a veces, es más fácil que se retrase el aburrimiento y la edad de abandono de los mismos.