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Muchas veces los padres no les conceden la debida importancia y atención a los dientes de los pequeños. Generalmente, los dientes de leche pueden sufrir caries y otras enfermedades dentales, por lo cual, debemos inculcar una higiene bucal a los niños desde que salen sus primeros dientes, enseñándoles a que adopten el saludable hábito de lavárse los dientes.
Todos los niño pasan por el mismo desarrollo bucal que presentará etapas, por ejemplo, cuando es lactante busca satisfacer el instinto nato de succión, luego en la etapa de dentición necesitará un masaje que lo alivie y con los primeros dientes de leche, se iniciará en la práctica del cuidado y aseo de su dentadura.
Cuando el bebé ya se acerca al sexto mes, comienzan a desarrollar las primeras piezas dentales, algunos tardan en este proceso, por lo que no hay que expresar mayor preocupación. Normalmente, entre el sexto mes y los 3 años, suelen crecer los dientes de leche. Desde el instante en que sale el primero, empezaremos con la higiene bucal del bebé, no hay que esperar a los dientes permanentes para hacerlo, ya que los dientes de leche también presentan riesgo de sufrir caries, la prevención es importante en esta etapa de sus vidas. Es primordial que los pequeños tengan una correcta salud bucal y que practiquen rutinas de higiene bucal.
Los dientes de leche son fundamentales para que el niño pueda masticar los alimentos durante los primeros años, además de tener una buena alimentación y óptimo desarrollo, por lo que se necesita una buena dentadura.
La mayoría de los padres, no se preocupan en proteger los dientes temporales, porque creen que no es necesario ya que luego se caerán, sin embargo esto no es acertado, debido a que éstos son importantes en la formación de la dentadura definitiva, sino los cuidamos pueden provocar caries, dolores e inflamaciones severas.
Son perforaciones que dañan la estructura de los dientes. Las bacterias se encuentran en la boca y se encargan de convertir los alimentos en ácidos. Dichas bacterias junto con el ácido, los restos de comida y la saliva se combinan en la boca, para formar luego una sustancia pegajosa denominada placa, la cual se adhiere a los dientes.
Los ácidos de la placa llegan a disolver la superficie del esmalte del diente, creando orificios en el diente, llamados cavidades, los cuales de ser muy profundo, llegan alcanzar al nervio, destruyéndolo y causando un fuerte dolor. De no tratarlo oportunamente, se puede incluso perder el diente, ocasionando problemas en la salida de los dientes permanentes. Asimismo, la placa podría causar una inflamación de las encías, lo que se conoce como gingivitis. Sin embargo, la caries puede ser prevenida si mantenemos una correcta higiene bucal.
1.-El cepillo: al comienzo los padres los lavarán con un paño limpio humedecido en agua o suero. Luego cuando la dentición se completa cerca de los 3 años, se introducirá un cepillo especial, el cual se recomienda sea más blando para no dañar las encías. Asimismo, se aconseja utilizar un cepillo pequeño, para llegar a todas las partes del diente, es ideal que tengan cerdas de nylon.
2.-La pasta dentífrica: se recomienda que no tenga flúor, porque en esta edad los niños pueden comérsela y su ingesta llegaría a producir fluorosis dental, la cual interfiere en la formación del esmalte. El flúor es esencial si el niño tiene caries, porque remineraliza el esmalte llegando a protegerlo.
3.- ¿Cada cuánto?: Lo ideal es asearse después de comer alimentos, pero si no es posible, se recomienda al menos por la mañana, al mediodía y por la noche antes de acostarse. 3 minutos cada cepillado.
4.- ¿Cómo lavarse los dientes? : es recomendable hacerlo de manera horizontal, lo cual resulta más fácil de aprender desde pequeños. Hay que cepillar todas las superficies dentales, ya sea las caras internas y externas, realizando movimientos horizontales muy cortos de atrás para adelante y con una suave presión para desechar los restos alimenticios.
Es ideal que desde los 3 años empiecen a cepillarse los dientes, lo más probable es que les cueste en un inicio, inclusive los padres tendrán que terminar la tarea, al menos hay que ayudarlos hasta que cumpla los 7 años, ya que en esta etapa se caen los dientes de leche, para dar paso a los permanentes.
Hay que explicarles y mostrarles cómo hacerlo para que luego sea más fácil para ellos. Comprar un cepillo de dientes ideal para niños, de tal manera que sea de sencillo manejo, además debemos colocar al niño a la altura adecuada de un espejo para que pueda mirar y observar cómo lo está realizando o si tiene que corregir algo.
Si el pediatra observa algún problema, inmediatamente debe recomendar la visita al dentista, de no ser el caso, hay que acudir por primera vez al odontólogo cuando salgan los primeros dientes, entre los 6 meses y 1 año de vida, además podemos esperar al terminar la dentición primaria, alrededor de los 30 meses.
Hay que educar también a los padres, acerca de la importancia de la higiene bucal, estableciendo hábitos para limpiar la dentadura. Se debe hacer un análisis del estado en el que se encuentra la boca del bebé, verificando que no presenten problemas dentales.
Es recomendable revisar los dientes periódicamente cada 6 meses, así evitaremos el miedo de ir al dentista, creando la tradición de acudir al odontólogo para prevenir antes que curar.
Aunque tengamos todos los cuidados posibles y una higiene óptima, es posible que surja una caries, el tratamiento será el mismo que si no fuera un diente de leche, por lo cual efectuaremos un empaste. Si detectamos una caries, inmediatamente realizaremos el empaste, ya que si dejamos mayor tiempo sin tratar, hay más posibilidades de afectar al nervio del diente y por lo tanto el tratamiento será mucho más complejo.
Si a pesar de todo, permitimos que evolucione, la infección pasará al hueso, produciendo dolor, inclusive un flemón y fiebre, convirtiendo el tratamiento en una extracción de la pieza de leche, ya que no podremos salvarla. El diente permanente se verá afectado en su desarrollo debido a la infección del diente de leche, podría erupcionar en la boca con algunas manchas blancas que no se quitarán.
Recordemos que la anestesia que se usa en estas situaciones es local, por ello no deben preocuparse de los efectos secundarios que podría causar en el niño.
El empaste consiste en extraer la parte dañada por la caries y rellenarla de una pasta que puede ser de diversos materiales, ya sea resinas plásticas reforzadas con vidrio o cuarzo disponibles en varios tonos; amalgama dental la cual contiene fundamentalmente plata y mercurio. En el caso de los dientes de leche, como sabemos que con el tiempo se caerán, no es fundamental que el material sea semejante al de un diente, ya que no será el definitivo. Lo importante es cortar la infección.
Para mantener los dientes sanos no sólo tenemos que cepillarlos, también hay que cuidar lo que los niños comerán y beberán. La placa dental estará vigilante siempre atenta a que los niños ingieran productos con azúcar para actuar.
Por ello, es recomendable recordar que las frutas y verduras, así como el agua son mejores aliados que los alimentos dulces como golosinas y refrescos. ¡Logremos que nuestros hijos muestren una bonita sonrisa!
Han dejado 1 comentario...
janeth ortiz
24 de septiembre de 2014 a las 6:30 PM
muchas gracias es de muy util esta informacion para mis niños de mi C.D.I.