El secreto para tener una piel sana y bien cuidada es proteger a los niños de las inclemencias del sol, ya que demasiada exposición a los rayos puede resultar nocivo para la salud. Los niños y adultos disfrutan de pasar un tiempo al aire libre, yendo a las piscinas o a la playa, pero siempre hay que tener el cuidado necesario para evitar problemas futuros usando protección solar.

Hay que enseñar a los hijos, la importancia que tiene el sol, así como los riesgos, sobre todo para que sepan protegerse cuando estén solos, generando conciencia y responsabilidad.

Podemos enseñarles a los niños, los beneficios del sol que hace posible que haya vida en la tierra. Resulta una buena idea realizar un juego de preguntas y respuestas, así sabremos cuánto conocen los niños, para comprarles un libro que los ayude a seguir aprendiendo, guiándolos en su aprendizaje.

También se puede crear una cartulina mural sobre el sol y cómo influye en nuestra vida, qué hacemos durante el día, cómo afecta a las plantas y animales, imaginándonos que haríamos si no existiera. Además, pueden hablarles que existen países en los que el sol se observa por pocas horas al día y cómo se sentiría él si no existiera la luz del día.

El sol nos calienta e incluso nos quema. Para generar conciencia en la mente de los niños, podemos mostrarles algunos experimentos con la finalidad de que extraigan conclusiones de los efectos negativos. Por ejemplo, cogemos dos camisetas y las mojamos, luego las colocamos una al sol y la siguiente a la sombra. Vemos el tiempo que tarda en secarse y le preguntaremos al pequeño, ¿qué diferencias percibe?

También podemos colocar un pedazo de queso expuesto al sol sobre un trozo de papel de aluminio, observamos qué sucede. Qué pasaría si lo colocamos sobre un trozo de pan que se encuentre encima del papel aluminio. ¿Conseguiremos un aperitivo sin exponerlo al horno?

Asimismo, observar en lo que ocurre con las plantas si las colocamos hacia el sol, dejándolas un tiempo. ¿Se quemarán? Pueden estropearse si no son propensas para soportar el calor del sol.

Con estos prácticos ejemplos, lograremos que el niño comprenda y aprenda a establecer las diferencias entre el sol y la sombra, generar conciencia que puede ocurrirle lo mismo que en los experimentos, sino toma las precauciones debidas. Hacerles recordar de alguna situación en la que se quemó la piel y el tiempo que tardó en recuperarse.

Cómo proteger del sol a los niños

A los niños se les puede enseñar jugando a cómo protegerse de los rayos solares con las siguientes pautas:

-Reducir el tiempo de exposición al sol entre las 12:00 a.m. y las 4:00 p.m. podemos indicarles el truco del tamaño de la sombra. Si ésta resulta ser más pequeña que ellos, entonces los rayos serán más perjudiciales, señal de que necesitan protegerse del sol.

-Difundir la vital importancia de utilizar una crema solar antes de salir a la calle o ir a jugar cuando hace sol. Puede ser aplicada 20 minutos antes de salir y repetir de vez en cuando durante el día, cuidando que sea resistente al agua e ideal para su tipo de piel, especialmente luego del baño o si va a sudar. Inculcarles que es necesario colocarse un “escudo” para protegerse del sol, ya que les puede quemar sin que se den cuenta.

-No debemos dejar nada sin proteger: hay que enseñarles a echarse el protector solar en todas partes, incluyendo orejas, manos y pies.

-Beber agua: no olvidar llevar una pequeña nevera portátil y recordarle que siempre hay que beber agua de vez en cuando se juega en el exterior.

-Ponerle un gorro: es necesario el uso de un gorro o visera para protegerle mejor del sol. Actualmente, existen prendas de vestir para niño con protección solar gracias a sus materiales, lo cual es una opción realmente interesante para días de playa en los que el niño vaya estar jugando con sus juguetes expuesto al sol durante mucho tiempo.

Luego de culminar sus juegos (en la piscina, playa…etc), se recomienda ducharle para quitar el exceso de crema, cloro o sal y echarle una loción refrescante para hidratar su piel.