El juego es la actividad del niño que permite que se forme y prepare tanto a nivel físico como intelectual con el objetivo de conseguir una madurez y capacidades apropiadas para hacer frente a la vida adulta, seria y con dificultades.

Se puede describir el juego como la respuesta del niño a un instinto natural, a través del juego, el niño satisface su necesidades de relación con el medio y sus semejantes, cogiendo, mirando y experimentando con todo lo que le rodea.

El motor básico que alimenta el juego del niño es la curiosidad. La necesidad de conocer y comprender todo conduce al niño a una aproximación con las cosas que le rodean, permitiéndole así conocerlas y entenderlas con su mente.

El juego en los niños

El juego tiene sus orígenes más allá de la cultura, tradición y la costumbre. Más bien responde al instinto natural y a la necesidad de comunicación del niño. No obstante, la cultura y la tradición sí han marcado el papel del juego en el niño, atendiendo a cuestiones decisivas como: a qué jugar y cómo jugar.

Si los niños sólo jugaran a juegos y con los juguetes que sus padres les muestran, la actividad llamada juego perdería su sentido educativo y formativo. De hecho, los niños modernos juegan a lo mismo que en tiempos pasados, solamente que usan el apoyo de juguetes

Es tal la trascendencia e importancia de la actividad del juego, que estamos obligados a controlar y vigilar el material y la manera de jugar de nuestros hijos, dado que la influencia del mundo les llega a través de los juguetes. Depende de la clase de juegos de la infancia el comportamiento del futuro del niño, dado que los juguetes son las primeras posesiones del niño, del juego y los juguetes dependerá la capacidad para evolucionar bien en el colegio, pues es del juego de donde se asimilan las imágenes e ideas que se plasmarán en su cerebro para la posteridad.

La trascendencia educativa del juego y los juguetes, es tan constatable y válida que ambos se utilizan para identificar posibles problemas psicológicos, tendencias y miedos. Tal es así, que la actividad del juego y los conceptos de desarrollo y educación son cuestiones que van unidas.

Y es que es jugando como el niño comenzará su preparación. Aprendiendo y comprendiéndose a sí mismo, a los demás y al mundo que le rodea.