La inquietud por la compra de juguetes ecológicos y sostenibles con el medio ambiente ha ido creciendo poco a poco en los últimos años. Aunque si bien es cierto es cuestión de algo reciente, cabe señalar que muchos juguetes se siguen fabricando para ser usados con pilas que tienen metales pesados o plásticos no reciclados.

juguete ecologico de madera

No obstante, la revolución ecológica también ha llegado al sector del juguete. Se han establecido importantes avances y una importante variedad de juguetes ecológicos para bebes han sido fabricados en los últimos años con un fin común: jugar de manera más sostenible y ecológica con nuestros hijos.

En la última Feria Internacional del Juguete de Nuremberg (2011), bajo el lema Toys go Green se ha presentado por primera vez una amplia variedad juguetes concienciados con el medio ambiente y la sostenibilidad.

En muchos juguetes, no se procura que el embalaje sea de un material reciclable y buena parte de estos productos se está fabricando con plásticos que pueden ser altamente contaminantes, sobre todo PVC, si no se tratan adecuadamente cuando son desechados o tirados. Y esto por no citar los problemas pasados ocasionados por el uso de sustancias tóxicas como el cadmio, las pinturas con derivados del plomo, los productos de baja calidad retirados y fabricados en China… etc

A pesar de todo ello, cada vez más fabricantes tratan de hacer los juguetes más ecológicos (por ejemplo: juguetes ecológicos de madera) y respetuosos con el medio ambiente, más que nada, porque cada vez son más los padres quienes los reclaman.

¿Qué son los juguetes ecológicos para niños?

A día de hoy, continúa siendo complicado identificar con claridad un juguete ecológico. A pesar de todo el reciente interés suscitado por el mercado del juguete ecológico, todavía no existe una etiqueta o estándar unificado ni a nivel nacional ni internacional.

Así las cosas, no queda otra que las indicaciones e informaciones que facilitan los propios fabricantes en los catálogos de juguetes o en el mismo embalaje del producto. No obstante, cabe ser interesante fijarse en los siguientes aspectos: 

1. El material de fabricación del juguete ecológico. Comprobar si el juguete ha sido fabricado con madera, algodón orgánico, bambú, cartón o plástico reciclable, o si en cambio ha sido utilizado PVC u otros plásticos.

2. El embalaje de un juguete ecológico, lógicamente, debería estar hecho de materiales completamente reciclados y reciclables.

3. El contenido del juguete. Por una parte, hay que comprobar si el niño puede aprender algo de interés con el juguete: por ejemplo hay juguetes que enseñan al niño a crear un nuevo ecosistema con la ayuda de paneles solares o coches con motor eléctrico que funcionan con agua salada…

4. La cadena logística. Resulta más costoso para el medioambiente comprar un juguete ecológico en otro país (como amazon.com que está en Reino Unido) que en el comercio de nuestro barrio. Al igual que resulta menos sostenible comprar un juguete fabricado en algún lejano país que en una fábrica de nuestra propia provincia.

5. La vida útil del juguete: cuanto mayor sea el ciclo de vida del juguete ecológico, bien sea por el interés o por lo resistente de su construcción, más sostenible será con el medio ambiente porque se tardará más tiempo en ser procesado como residuo. Además, siempre puede ser entregado o regalado a familiares o amigos.

En esta línea, cabe señalar muy favorablemente la curiosa propuesta de una empresa estadounidense llamada TDC Games que fabrica puzzles biodegradables que cuando el niño se cansa o deja de usarlos, pueden ser plantados en el jardín, donde crecerá una planta con flores. 

Lo que resulta cada vez más que evidente, es que los juguetes ecológicos han venido para quedarse. Su expansión seguramente, sea parecida a la de la comida ecológica en el sector de la alimentación. A buen seguro también que no coparán del sector del juguete y su éxito se verá precedido por la cultura ecológica de cada país (muy extendida en países nórdicos de Europa), sin embargo, es evidente que lograrán hacerse con un nicho importante de las ventas y en las tiendas.

Los juguetes ecológicos determinarán una nueva evolución de los juguetes tradicionales, los cuales, se irán incorporando cada vez elementos y materiales más sostenibles con el medio ambiente.

De hecho, el mercado de los juguetes ecológicos factura en todo el mundo por un valor superior a los 84.000 millones de dólares, es más, la consultora medioambiental Earthsense informa que este tipo de juguetes llegará a alcanzar el 5% de las ventas totales de juguetes en Estados Unidos.