Es muy importante prestar atención a las reacciones del niño antes de su primer año porque aún no dominan el lenguaje oral, sin embargo, sus emociones, deseos y sentimientos son expresados a través de gestos, movimientos y balbuceos.

Es relevante tomar nota de lo que este lenguaje corporal revela, pues de alguna manera, revela su manera de percibir el entorno y los estímulos que recibe.

Mejorando comunicacón a través del juego

Durante sus primeros meses, aprenderá a tomar los objetos y a reconocerlos tras observarlos con atención. Según como vaya controlando sus movimientos, mejorará la expresión de sus sentimientos a través del juego.

Con el pasar de los meses, el bebé desarrollará su capacidad de observación e imitación de todo lo que le rodea, lo que volcará en los juegos.

Durante este período, el niño absorberá todo lo que aprenda de su mundo más cercano. Se convertirá en un fiel observador y a través de gestos y mímicas, se irá adentrando en la capacidad de comunicarse.

Cabe indicar que, entre el primer y segundo año del bebé, comenzará a hablar y cuando lo haga, hay que demostrarle que se comprendió lo dicho por él, para así, infundirle confianza e incentivarlo a que siga haciéndolo.

Asimismo, enséñale nuevas palabras para que vaya incrementando su vocabulario. También, hazle preguntas e inicia la conversación con tu hijo. Además de mejorar sus capacidades lingüísticas, estrecharás los vínculos con él.

Juguetes y juegos para mejorar las habilidades comunicativas

Los juguetes musicales también resultan idóneos para permitirle al niño expresarse. También lo son los dibujos, por lo que estimúlalo a realizarlos, aunque no sean del todo comprensibles.

Así, el niño, al pasar los dos años, sentirá una gran necesidad por hablar y expresarse con todas las personas que conoce e irá aflorando su personalidad.

También, el niño procurará estar atento a la forma de expresarse de los demás, para así aprender cómo debe hacerlo él. Por ello, es recomendable brindarle discos con cuentos infantiles que contribuyan a que aprenda a comunicarse adecuadamente.

Otro consejo es grabar sus voces. Además de divertirles, aprenderá a mejorar su pronunciación y podrá ser entendido con más facilidad.

No debes olvidar que el juego es un excelente medio para obtener una serie de propósitos. Por ejemplo, si jugamos a las cocinas, será una excelente oportunidad de comunicarse e interactuar con los demás. Además aprenderá valores como el respeto y la tolerancia, ya que tendrá que aceptar las instrucciones que se le den.

Otro valioso juego que permite la socialización es el de los médicos. Es preciso enseñarle para qué sirven los instrumentos y luego, dejar que los utilice libremente.

Jugar a los coches es también muy provechoso. Pídele que te describa lo que está haciendo para que mejore su pronunciación, dicción, utilice el vocabulario aprendido y asocie las palabras con el significado correcto. Para motivar esto, no hay que olvidar formularle preguntas constantemente.

Entre los tres y cuatro años, el niño ha aprendido casi a comunicarse del todo. Refuerza sus habilidades comunicativas con juegos que estimulen la interacción y donde tenga que compartir, por ejemplo, sus juguetes. Deja que todo ello se realice de forma natural, sin presionarlo. Para esto, es fundamental darle mucho cariño y atención que lo convierta en un niño seguro.

A los cuatro años, puedes regalarle una cámara fotográfica de juguete que pueda utilizar en sus momentos de esparcimiento. Motívalo a que tome muchas fotos y luego te describa cada una y la anécdota vivida para poder realizarla.

Otros juegos favorables son:

•  Juega al veo-veo

•  Recítale refranes, canciones y adivinanzas

•  Esconde un objeto y dale pistas para que lo encuentre

•  Juega a adivinar palabras: piensas una palabra y que el niño tiene que hacerte preguntas hasta lograr adivinarla

•  Leer juntos cuentos infantiles y que te vaya contando lo que ve en las ilustraciones

•  Hacer collages con fotos de revistas y dile que invente una historia con ellos.

•  Juega a juegos simbólicos con sus muñecos, que representen distintos personajes y creen una historia con ellos.

Recuerda que fomentar un clima de armonía en medio del juego, estimulará la sociabilidad del niño.