Una de las maravillas de ser madre es el establecer un contacto permanente con el
bebé, ello parte de la lactancia y la forma cómo se transmite la misma. Por ello, no
es lo mismo dar el pecho que brindar la leche por biberón.

Hay que tener en cuenta que se debe establecer una forma adecuada para que el
niño agarre el pecho, puesto que lo asocia a la mamadera, la cual está formada por
un tercio de pezón y dos tercios de tejido mamario.

Durante los primeros meses se recomienda que el recién nacido ingiera la leche del
pecho de la madre, ello permitirá una adecuada succión y que el organismo de la
madre produzca más leche.

Posición del bebé para amamantar

Las posibles molestias en el contacto corporal pueden ser generadas por la mala posición a la hora de dar el pecho, así como de una mala postura del seno.

Es así que se sugiere colocar al bebé mirando hacia la madre, con la cabeza y cuerpo en línea recta, sin tener el cuello torcido o excesivamente flexionado o extendido, con el rostro mirando hacia el pecho y la nariz frente al pezón.

Amamantar sentada

En el caso de adquirir una posición sentada, es conveniente que la mamá mantenga la espalda recta y las rodillas levemente elevadas, con la cabeza del bebé siempre apoyada en su antebrazo, no en el espacio del codo. Hay que tener sumo cuidado en la forma de sujetar al bebe cuidando su espalda.

Cuando el bebé está bien ubicado, la madre puede estimularlo para que abra la boca rozando sus labios con el pezón, desplazándolo hacia el pecho.

Una táctica considerable es conseguir que el niño se acerque desde abajo para que pueda sujetarse fácilmente al pecho, dirigiendo el pezón hacia el tercio superior de su boca, de esta manera podrá alcanzar el pecho inclinando la cabeza ligeramente hacia atrás, permitiendo que la barbilla y el labio inferior toquen primero el pecho, mientras el bebé tiene la boca abierta.

La finalidad de esta práctica es que el niño introduzca en su boca tanto pecho como sea posible y coloque su labio inferior alejado de la base del pezón.

Amamantar tumbada

Otra forma de amamantar o dar pecho al bebé es tumbada, de esta manera, se permite el descanso de la madre, sobre todo cuando la madre aún tiene molestias después del parto, máxime si ha sido sometida a episiotomía o cesárea

Las madres cuyos pechos sean grandes deben tener en cuenta que resultaría mejor sujetarse el pecho por debajo, cuidando de hacerlo desde su base, junto al tórax, evitando así dificultades a la hora de dar el pecho al niño.

De otro lado, la madre no sentirá dolor si el bebe succiona correctamente. El recién
nacido “trabaja” con la mandíbula, cuyo movimiento rítmico se extiende hasta sus
orejas y sus mejillas se ven redondeadas.

Otra característica que se debe evitar es presionar el pecho con los dedos haciendo
lo que se conoce como “pinza”, con ello se estira el pezón y se impide al niño
acercarse lo suficiente, para mantener el pecho dentro de su boca.

Cuidados a la hora de dar el pecho

Es recomendable lo siguiente:

-Una ducha diaria manteniendo los cuidados básicos de higiene y limpieza, para
evitar molestias a la hora de amamantar al bebé.

-Mantener una alimentación sana y equilibrada.

-Suprimir alimentos que puedan dar mal sabor a la leche como los espárragos,
cebollas y alimentos picantes.

-No beber alcohol e ingerir solo café o té con moderación.