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La estación de verano es la época donde los padres deben tener mayor cuidado con la alimentación, ya que la comida tiende a fermentarse, por ello es importante tener en cuenta ciertos cuidados, que contribuyen a mantener la salud de los niños en óptimo estado.
A continuación, algunas pautas que pueden servir de mucha ayuda para seguir una dieta sana en verano, según recomiendan especialistas del área de nutrición de la Clínica Universitaria de Navarra:
-No exagerar en el consumo de grasas, como mantequilla, nata, yogur, huevo, margarina y grasas animales. Se recomienda que las grasas no sobrepasen el 30% del consumo diario de los niños.
-Es ideal ingerir alimentos ricos en hidratos de carbono, considerando cerca del 60% del consumo normal. Es así que se puede consumir pan, cereales, arroz, patatas, lentejas, guisantes, pasta y frutos secos. Preferentemente integrales. Leer el resto de este artículo ⇒
Muchos padres no consideran la merienda como parte fundamental de la alimentación de tu hijo, sin embargo, resulta ser tan importante como la comida o la cena. La merienda sana es básica sobre todo después de un día ajetreado cuando salen del colegio. Gracias a una merienda saludable, su hijo podrá sentir que recupera todas las energías posibles para continuar realizando sus labores y jugar como de costumbre.
Los nutricionistas señalan que la merienda es tan esencial, que debería considerar cerca del 16% del aporte nutricional diario, un 21% en el desayuno, otro 41% en el caso de la comida, y el 22% restante, correspondería a la cena.
Para una merienda nutritiva se debe tener en cuenta lo siguiente:
-Para un correcto funcionamiento de los músculos y el cerebro del niño son esenciales los cereales, galletas y pan integrales… etc. Leer el resto de este artículo ⇒
Cuando el bebé crece, hay que tener en cuenta una serie de cuidados en su alimentación.
Es esencial continuar con la lactancia hasta los seis meses de vida, debido a que el niño se encuentra en pleno proceso de formación de sus funciones intestinales, por ejemplo las enzimas que se encuentran en el estómago e intestino.
Conforme va avanzando el tiempo, tras el primer semestre, el bebé empieza a sustituir la ingesta de la leche materna, ingiriendo otros alimentos tales como los zumos, yogures, frutas y cereales.
A partir de los seis meses, el niño requiere de otro tipo de alimentación conforme vaya creciendo, ya que sus necesidades nutricionales cambian y es necesario adquirir nuevos alimentos para tener un crecimiento y desarrollo óptimo.
Los cambios deben producirse progresivamente con ayuda y paciencia. Hay que controlar las posibles intolerancias alimenticias, para evitar que algún alimento produzca diarreas, aumento de fiebre, estreñimiento, etc. Leer el resto de este artículo ⇒