Juguetes por Edad
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Los niños con discapacidad motora tienen importantes dificultades para realizar actividades del día a día, incluídas las lúdicas o de juego. Sus habilidades motoras condicionan sus manos, piernas y cabeza a pocos movimientos, con poca o mucha precisión o fuerza. Así las cosas, a los niños con discapacidad motora para jugar con juguetes les resulta una actividad complicada o imposible.
De hecho, el niño tiene pocas posibilidades de jugar sólo con acompañado, es más, es casi imposible comprar un juguete que permita ser puesto en marcha o se pueda controlar con sencillos movimientos.
Así las cosas, lo que aquí sugerimos son algunas ideas de juguetes que han sido adaptados con pulsadores.
Comencemos explicando qué es un pulsador. Es un dispositivo que, al pulsarlo, presionarlo o empujarlo, pone en funcionamiento el juguete al que está conectado. Por ejemplo, un interruptor de luz es un pulsador. Leer el resto de este artículo ⇒
Los juguetes para niños de 4 a 5 años que se indican al final de este artículo tienen en cuenta que a esta edad comienzan descubriendo el entorno familiar. Tal es así, que hablan y preguntan a sus padres y familia.
De este modo, los juegos perceptivos, sensoriales y motrices son fundamentales en esta etapa. Así pues, el juego simbólico es crucial, primero es individualista y luego pasa a ser colectivo.
Con esta edad los niños tienen una mayor habilidad física y sus movimientos y gestos son más precisos. A su vez, tienen mayor capacidad de atención y a veces, llegan a ser tercos y cabezotas si se lo proponen.
Por otro lado, los niños muestran sus sentimientos jugando con juguetes y aprenden a cantar y repetir canciones. También comparten sus juguetes y juegan con sus compañeros de juego.
Antes de indicar los juguetes más adecuados para niños de 1 a 2 años en las conclusiones de este artículo, cabe señalar datos importante que le ayudarán a comprender que juguetes son necesarios comprar.
A esta edad, en general, comienzan a dar sus primeros pasos y saltos. Tienen la capacidad de mantenerse en equilibrio, comprenden lo que se les dice y hablan o balbucean con mayor o menor claridad. De hecho, empiezan a imitar acciones adultas y entienden las palabras de sus padres y algunas las usan. Comprenden lo que sus padres quieren que hagan, aunque no llegan a controlar sus acciones al completo.
También comienzan a tirar y recoger objetos reconociendo su propiedad.
Por otro lado, comienzan a descubrir su entorno y la naturaleza al jugar en el exterior de sus casas donde juegan con otros amigos que empiezan a conocer. De este modo, aparecen los primeros amigos con los que jugar, pero siguen jugando solos también.