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Un niño vegetariano es igual que otro que no lo es. Ambos juegan, corren y le gustan los mismos juguetes. La diferencia radica en que el primer caso los padres han optado por transmitirle valores de carácter veganos y criar al niño de acuerdo a esos valores.
La intención de los padres que promueven la dieta vegetariana en sus hijos es contribuir a un mundo más justo, provocando un menor impacto en el medio ambiente, rechazando el sufrimiento animal para alimentar a sus hijos, y seguiendo una dieta más saludable. Todo ello sin que el niño aún sepa nada…
La comida vegetariana (100% vegetal) y ovolácteovegetariana (con consumo de huevos y derivados de la leche) permiten proporcionar todos los nutrientes necesarios al niño para su crecimiento óptimo a partir de fuentes vegetales, a lo largo de las diferentes etapas de la infancia, desde el nacimiento hasta la adolescencia. Nutricionalmente hablando no es algo difícil, pero sí socialmente.
Es más, los niños vegetarianos en general crecen más esbeltos y sanos, llegando a vivir más que los que consumen carne. Y sin lugar a dudas, la dieta vegetariana es uno de los mejores regalos que un padre podrá hacer a su hijo.
Del mismo modo, permite que los niños tengan una magnífica oportunidad para aprender a disfrutar de una gran gama de alimentos saludables y nutritivos, mientras crecen de manera sana y feliz con el mundo. Leer el resto de este artículo ⇒
La estación de verano es la época donde los padres deben tener mayor cuidado con la alimentación, ya que la comida tiende a fermentarse, por ello es importante tener en cuenta ciertos cuidados, que contribuyen a mantener la salud de los niños en óptimo estado.
A continuación, algunas pautas que pueden servir de mucha ayuda para seguir una dieta sana en verano, según recomiendan especialistas del área de nutrición de la Clínica Universitaria de Navarra:
-No exagerar en el consumo de grasas, como mantequilla, nata, yogur, huevo, margarina y grasas animales. Se recomienda que las grasas no sobrepasen el 30% del consumo diario de los niños.
-Es ideal ingerir alimentos ricos en hidratos de carbono, considerando cerca del 60% del consumo normal. Es así que se puede consumir pan, cereales, arroz, patatas, lentejas, guisantes, pasta y frutos secos. Preferentemente integrales. Leer el resto de este artículo ⇒
Muchos padres no consideran la merienda como parte fundamental de la alimentación de tu hijo, sin embargo, resulta ser tan importante como la comida o la cena. La merienda sana es básica sobre todo después de un día ajetreado cuando salen del colegio. Gracias a una merienda saludable, su hijo podrá sentir que recupera todas las energías posibles para continuar realizando sus labores y jugar como de costumbre.
Los nutricionistas señalan que la merienda es tan esencial, que debería considerar cerca del 16% del aporte nutricional diario, un 21% en el desayuno, otro 41% en el caso de la comida, y el 22% restante, correspondería a la cena.
Para una merienda nutritiva se debe tener en cuenta lo siguiente:
-Para un correcto funcionamiento de los músculos y el cerebro del niño son esenciales los cereales, galletas y pan integrales… etc. Leer el resto de este artículo ⇒
Una de las maravillas de ser madre es el establecer un contacto permanente con el
bebé, ello parte de la lactancia y la forma cómo se transmite la misma. Por ello, no
es lo mismo dar el pecho que brindar la leche por biberón.
Hay que tener en cuenta que se debe establecer una forma adecuada para que el
niño agarre el pecho, puesto que lo asocia a la mamadera, la cual está formada por
un tercio de pezón y dos tercios de tejido mamario.
Durante los primeros meses se recomienda que el recién nacido ingiera la leche del
pecho de la madre, ello permitirá una adecuada succión y que el organismo de la
madre produzca más leche. Leer el resto de este artículo ⇒
Cuando llega el ansiado momento de ser madre, una de las preocupaciones
esenciales es la alimentación del hijo recién nacido. La leche materna es sin duda el
mejor alimento que se puede brindar al bebé, porque además de su composición,
permite generar un vínculo mucho más fuerte y afectivo con la madre, durante la
lactancia.
La leche materna contiene lo fundamental que el niño requiere, mientras transcurren sus primeros meses de vida, protegiendo al recién nacido ante posibles enfermedades como catarros, neumonías, diarreas, otitis, infecciones de orina, así como el asma, alergias, obesidad, etc.