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Los colegios se han convertido en uno de los espacios de desarrollo infantil más importantes para el niño, sobre todo si tomamos en cuenta que hoy en día, padre y madre trabajan y no disfrutan del mismo tiempo con sus hijos, por lo que los niños ingresan cada vez más jóvenes a las instituciones educativas.
El colegio y los niños
En las guarderías y colegios se busca uniformizar los conocimientos de los niños y formarlos con valores para que sean personas útiles a la sociedad en un futuro. Sin duda, la inclusión en la sociedad de las nuevas tecnologías de la comunicación influye y seguirá influyendo en la elaboración del plan escolar de cada institución.
Ya en el colegio, el niño aprenderá a formar sus propias opiniones, a discernir lo bueno de lo malo y a relacionarse en sociedad cuando crezca.
Claro que los colegios y guarderías son sólo una parte del proceso educativo del menor. La familia, los amigos, los compañeros, el vecindario y en fin, cualquier lugar donde se desenvuelva el niño cuentan, y mucho, en la formación de la personalidad del pequeño. Leer el resto de este artículo ⇒
Jugando se aprende. Aprender jugando es mucho más rápido y fluido porque se hace sin presiones y de manera divertida. Además, jugando practican lo aprendido y ponen a prueba sus conocimientos.
Niños jugando
Por ejemplo, si juegan a contar, ponen en práctica sus habilidades lógico matemáticas.
Si juegan al papá y la mamá, repiten los papeles desempeñados en casa, pero también aprenden a relacionar ideas, a sustentar argumentos, asociarlos, entrenar la memoria y a organizarse.
Asimismo, pone en práctica valores como la tolerancia, el respeto, el amor, la cooperación y la igualdad. También ensaya lo que será su rol de madre o padre en el futuro.
También le ayuda a comprender cuál es el papel que cada miembro de la familia ejerce en el hogar. Leer el resto de este artículo ⇒
Además de las etiquetas obligatorias que por normativa debe tener cualquier juguete del mercado, los fabricantes de juguetes siempre tratan de informar al consumidor final de la manera más intuitiva y gráfica posible las cualidades y características de cada juguete. Sin embargo, hay veces que la tarea no es fácil ni sencilla.
Es por ello, que a menudo se recurre a pequeños logotipos o iconos para transmitir dicha información.
Bien en las cajas de los juguetes, bien en catálogos o comunicaciones es posible encontrar diversos iconos, algunos para indicar características similares y otros que son poco claros o intuitivos para comprender. Tal es así, que hoy día es posible encontrar gran cantidad de iconos diferentes para informar que un juguete estimula la creatividad, que un juguete emite sonidos, que un juguete desarrolla la memoria del niño, que soporta cierta cantidad de peso…etc
1. No leer bien las etiquetas del juguete. Es importante entender las indicaciones facilitadas en el producto. En ellas se advierte de temas de seguridad, condiciones de uso y contenido que pueden condicionar la decisión de compra.
2. No dar importancia a las informaciones sobre seguridad. Si no tenemos en cuenta estas consideraciones, podemos estar poniendo en riesgo la seguridad del niño, y máxime si el juguete fuera para un niño de 3 años o menos.
3. Regalar juguetes no adecuados para la edad del niño. Hay que ser conscientes de que los juguetes tienen que responder a las necesidades de crecimiento del menor. Evitando que resulten bien demasiado complejos, bien demasiado sencillos. Es habitual regalar juguetes para niños de más edad, evitando así que realmente los disfruten. No conviene anticipar experiencias de juego, cada cosa debe ser a su tiempo.
