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juguetes

La enseñanza lúdica en el colegio no es algo nuevo como podría parecer. Filósofos como Platón y Aristóteles ya lo planteaban, y aseguraban que el juego era ideal para aprender.

Incluso en culturas nativas, los niños aprenden a través de la lectura de cuentos y leyendas los paradigmas de la vida adulta.

Aprender a jugar en el colegio

Niños jugando en el colegio

Pero es durante el siglo XX que las instituciones educativas empiezan a tomar más en serio los estudios que fundamentan la importancia de la enseñanza lúdica como una manera menos formal pero más efectiva de transmisión de conocimiento entre los más pequeños.

El juguete didáctico es protagonista de la enseñanza lúdica. Este instrumento debe utilizarse con obligatoriedad sólo dentro del aula y el niño lo reconoce como tal. Si bien todos los juguetes sirven de una u otra forma, el juguete didáctico fue concebido para reforzar alguna tarea en la escuela e influir favorablemente al desarrollo de la personalidad. Leer el resto de este artículo ⇒

El lenguaje es una de las características primarias que todo niño debe estimular. Los bebés poseen ciertas herramientas innatas que les permiten ir adquiriendo el lenguaje.

La comunicación es básica desde que inician sus primeros deseos de expresarse. Los niños sienten la necesidad de interactuar con los padres y adultos, es así que las palabras comienzan a tomar sentido para ellos, más allá de resultarles sonidos extraños.

Comunicación niño

Lenguaje en bebés

Las personas que acompañan al niño en el proceso de aprendizaje, son vitales, puesto que los pequeños adquieren el ejemplo de las personas que les rodean. Es necesaria, la presencia de un adulto, de lo contrario se corre el riesgo de no desarrollar el lenguaje adecuadamente o retrasarlo.

La intención de comunicar y compartir emociones forma parte del lenguaje, además de estar ligada directamente a las palabras. Durante los primeros cinco años de vida, los niños comienzan a relacionarse e interactuar, para lo cual utilizan el lenguaje.

El niño disfruta de la compañía de un adulto, porque siente que producir palabras resulta gratificante para él. La mejor manera de estimular al pequeño es compartiendo, jugando e inclusive paseando con él, con tareas y prácticas sencillas podemos lograr estimularlos.

El tiempo que podemos brindarles permitirá obtener excelentes resultados. Se deben aprovechar instantes básicos como alimentarse o vestirse, actividades que permiten que el lenguaje se desarrolle con mayor frecuencia y exista un contacto más directo con los niños.

La comunicación e interacción con nuestros hijos son esenciales para lograr su progreso, además que permitirá estrechar mayores vínculos, generando una confianza irremplazable.

Los especialistas en el tema, dan algunas luces de lo que podrían ser los ambientes ideales para que el niño desarrolle mejor el proceso de comunicación. Leer el resto de este artículo ⇒

Es innegable la importancia del juego para el desarrollo psicomotor del niño. No sólo es una excelente actividad física, sino que estimula su inteligencia, su imaginación, creatividad y le permite interactuar mejor con otras personas, ya sea de su edad o mayores.

Beneficios del  juego

Beneficios del juego

Entre algunos de los beneficios que brinda el juego, tenemos:

- Le permite socializar. Además de obligarlo a comunicarse con sus compañeros de juego, el niño aprende a tener un trato equitativo y a aceptar puntos de vista distintos al suyo.

- Desarrolla capacidades psicomotoras. Para jugar, debe poner a prueba su memoria, su capacidad de aprendizaje, de expresarse, así como a correr, tener equilibrio y saltar.

- Aprende de superación personal. Esto ya que aprende a ganar y perder y a ser mejor para poder destacar. Leer el resto de este artículo ⇒

El juego y los juguetes en la niñez son de suma importancia para el crecimiento y desenvolvimiento del niño. Además, es su actividad favorita y a la que más dedicación y energía le dan. Tomemos en cuenta que el juego es el ensayo del niño del papel que, en unos años más, desempeñará en la vida real, ya que en este mundo lúdico, pone a prueba sus emociones y conocimientos, además de reforzar sus relaciones interpersonales.

El juego en la infancia

Juego en la niñez

Pero, ¿qué sentimientos despierta en el niño el juego y los juguetes? Pues sin duda placer, ya que se divierte, ríe y goza con los juegos, y mantiene su ánimo arriba. También le proporciona libertad, ya que lo hace espontáneamente y sin ataduras o normas. De hecho, lo hace por el mero hecho de jugar, no busca ninguna finalidad determinada. Juegacon o sin juguetes porque le gusta.

Este hecho resulta opuesto para los adultos, que en cambio, no ven el juego y los juguetes como algo obligatorio en sus vidas dado que no les proporciona ningún beneficio tangible, a diferencia del trabajo a través del cual obtienen beneficios a nivel económico y profesional. Tal es así, que muchos adultos sólo se centran en la importancia de que el niño, desde la infancia, aprenda el valor de las cosas que tienen utilidad y lo introducen en actividades que le servirán para cuando sean adultos. Este enfoque es erróneo. Leer el resto de este artículo ⇒

El niño va explorando el mundo  por medio del juego, los juguetes, la interacción con personas y objetos de su entorno.

Desde los primeros años, gracias a la exploración activa de su entorno,  el niño va practicando sus  sentidos y habilidad para moverse y comunicarse, desarrollando su mente y aprendiendo. La inteligencia se va desarrollando por medio de las acciones que el niño realiza en su medio habitual y diario.

Niños investigando su entorno

Niño explorando su entorno

Para explorar el mundo que le rodea, el niño se sirve de sus sentidos (vista, tacto, olfato, oído y gusto) y su de su motricidad gruesa y fina

Por medio de la exploración y la observación, el niño va elaborando conceptos acerca de lo que son las cosas: espacio, distancia, tiempo, peso, velocidad… etc

Es así como aprende a razonar, deducir, imaginar, comparar…, a la vez que adquiere habilidades y seguridad en sí mismo y lo que le rodea

Hay diversas maneras de estimular al niño a la acción y al investigar el mundo. Por ejemplo, se le puede ayudar a descubrie el mundo de la música y los sonidos cantándole canciones, imitando sus sonidos, poniendo música y acompañándola con la mano y movimientos del cuerpo. Leer el resto de este artículo ⇒

Las relaciones entre los niños es uno de los principales papeles de la educación, a partir del contacto entre ellos, el niño adquiere aptitudes sociales para desarrollarse.

El primer año de vida, principalmente, el niño suele jugar solo. Pero este es sólo el camino hacia su integración social. Y es que hace falta tener cierto grado de madurez para aprender a relacionarse con otros, ya que para ello, se debe tener cierto grado de tolerancia, saber aceptar reglas. Así pues, no te preocupes si tu hijo quiere jugar algunas veces solo y otras veces acompañado. Es algo normal.

Juguetes para socializar

Juguetes sociales

Al principio, el niño no quiere compartir sus juguetes, sin embargo,  poco a poco empirza a tener empatía hacia los demás niños y se convertirá en un mejor compañero para jugar. De hecho, es habitual que a los 3 años tenga la capacidad para hacer amigos

Cabe señalar que existen juguetes o juegos que contribuyen a la competencia, como otros para los que se necesita el trabajo en equipo o social. Ambos son beneficiosos para los niños, pues forjan su carácter y su sentido de colaboración en equipo.

Para que un juguete estimule la sociabilidad debe tener reglas aplicables en grupos, que posibilite la comunicación entre los jugadores, instrucciones muy claras para que no haya lugar a discusión o apasionamientos, etc. En cambio, sería negativo si al final, los perdedores deben ser ridiculizados, presenta un contexto agresivo o las reglas son confusas.

Entre los diversos juguetes que permiten socializar tenemos la pelota, la raqueta o los bolos. Así también los títeres o teléfonos de juguete. Por último, los juegos de naipes, de cálculo, de azar, dominós… etc

Los juguetes y la personalidad del niño

Los juguetes creativos son aquellos que logran un objetivo creativo: conseguir una meta, hallar soluciones, hacer acciones con una mayor productividad y eficacia…

Los juguetes creativos estimulan el desarrollo de cualidades creativas, también permiten detectar, superar o evitar barreras del niño ante la creatividad.

Juegos creativos

Juegos, juguetes y creatividad

Se puede estimular que el niño sea creativo, sin embargo, no se le puede obligar. La creatividad es algo que no se puede obligar, sólo se puede incitar.

Del mismo modo, si los padres no tienen una actitud creativa para el juego, es muy difícil que logren transmitirsela al niño. No se puede promover el juego, y mucho menos el creativo, si los padres no juegan o si ellos mismos no crean.

El juego y la creatividad son dos conceptos estrechamente unidos. De hecho, no hay lugar para el proceso creativo si no hay en el niño una predisposición lúdica. Leer el resto de este artículo ⇒

Los juguetes bien seleccionados son uno de los mejores medios para favorecer la inteligencia de los niños.

En general, desarrollar la inteligencia no es un objetivo fácil, y el juguete debe reunir las siguientes características: fácil de comprender, que cause mucha curiosidad, que promueva el diálogo y que sea muy atractivo.

Según Howard Gardner en todo niño, desde la temprana edad, coexisten ocho clases de inteligencias, pero no todas con el mismo nivel de desarrollo, en este sentido, los juguetes cumplen un papel sustancial en el desarrollo de las mismas.

Desarrollo de la inteligencia con juguetes

juguetes e inteligencia

Juguetes adecuados para el desarrollo de las diferentes inteligencias en el niño:

Juguetes para el desarrollo de la Inteligencia lingüística: son aquellos que estimulan que el niño utilice la comunicación verbal de manera práctica.

Algunos ejemplos son: juguetes que tienen voz, música o sonidos con forma de ordenador, teléfonos de plástico, karaokes, juguetes que representan vehículos (coches, camiones, trenes…); cuentos con textos e imágenes, instrumentos musicales, animales de plástico, peluches juegos simbólicos (cocinas, juegos de tazas, cajas registradoras, aspiradoras…), juegos de rol (enfermeras, médicos, mecánico…), juegos de bloques, caballos hechos de madera, balones, juegos de dominó con ilustraciones para niños (animales, números, frutas…), juegos de disfraces, juegos de mesa o sociales… Leer el resto de este artículo ⇒

Los juguetes ayudan al bebe a desarrollar sus capacidades motrices porque le permite empezar a jugar con sus manos y pies, permitiéndole así tomar conciencia de su propio cuerpo.

El juguete es un apoyo para su desarrollo psicomotor. Ayuda a mejorar destreza de sus manos y pies, favorece el equilibrio, contribuye a potenciar sus capacidades físicas.

Desarrollo de la motricidad jugando

A medida que el bebé comienza a explorar su entorno se encuentra con diversos objetos con diferentes colores, formas, y sonidos que lo estimulan. Es así precisamente como los niños descubren la magia de los juguetes.

Más tarde, los niños descubren sus juguetes y desarrollan habilidades que les permiten madurar. Así las cosas, es preciso dejarles juguetes para que ellos mismos puedan ir explorando formas, sonidos, texturas… mediante sus manos y dedos. Leer el resto de este artículo ⇒

Un juguete puede reforzar enormemente el vínculo afectivo entre padres e hijos. Cabe resaltar que la demostración de cariño durante los primeros años del menor es vital, para un adecuado desarrollo de la personalidad.

Desarrollo afectivo con juguetes

Desarrollo afectivo infantil

Regalar un juguete resulta un excelente detalle para colocar una sonrisa en la cara de nuestros hijos. Pero no es suficiente. No basta con dejar un juguete e irnos, porque, de encontrarse el niño en una situación conflictiva, intentará exteriorizar sus sentimientos a través del objeto. Es así que vemos a pequeños que no pueden vivir sin su oso o muñeca preferida.

Él o ella se convierten en su confidente y crean un vínculo afectivo con el mismo, lo cual no es negativo, pero recordemos que nuestra presencia como padres debe ser fundamental.

De cualquier manera, los juguetes con los que debemos interactuar, sobre todo en sus primeros años son los muñecos, animales y peluches.

Si buscamos un juguete que contribuya a que el niño demuestre sus afectos, debemos elegir aquel que tenga un buen tamaño, armonía de colores, sea durable y suave al tacto, así como poder vestirlo y desvestirlo. Como ejemplo tenemos: osos, peluches, muñecas de trapo, etc. En cambio, lograremos el efecto contrario si elegimos un juguete fácilmente rompible, con colores demasiado fuertes, desproporcionado de tamaño, sin vestidos y una postura rígida.